He tenido un emprendimiento propio en el pasado y sé por experiencia que hay altibajos para iniciar y ser dueño de un negocio. Los primeros años pueden ser especialmente complicados, pero la recompensa a largo plazo también puede ser financiera y personalmente gratificante.
Si estás preparado para el desafío y estás entusiasmado con la perspectiva de convertirte en propietario de un negocio, hay algunos pasos que puedes seguir para asegurarte de que comenzarás tu nueva empresa con una base financiera sólida.
1. Crea un plan comercial. Usar un plan de negocios escrito como guía para tus primeros años como propietario de un negocio puede ser muy útil. El proceso de investigación y redacción de tu plan de negocios también puede enseñarte más sobre la industria y ayudarte a comprender mejor la viabilidad de tu idea.
Un buen lugar para comenzar podría ser con la Administración de Pequeñas Empresas de EE. UU.(SBA) o la Asociación SCORE (una organización sin fines de lucro respaldada por la SBA), que tienen recursos gratuitos y capacitación que puedes usar para a crear un plan comercial.
Una vez que completo, puedes usar el plan comercial para atraer socios, inversionistas y empleados que compartan tu visión para el futuro del negocio.
2. Investiga tus posibles costos iniciales. Es posible que ya estés sumando los gastos necesarios en tu cabeza: un sitio web, una oficina o espacio comercial, nómina si necesitas contratar empleados, etc. Sin embargo, también hay gastos menos conocidos que pueden sorprender a los propietarios de negocios primerizos.
Por ejemplo, podrías tener que pagar tarifas y costos de permisos a tu ciudad, condado o estado. Y dependiendo del negocio, es posible que debas obtener una licencia y comprar un seguro, todo lo cual tiene costos que pueden sumarse.
Conocer tus costos iniciales reales, que deben tenerse en cuenta en su plan comercial, puede ser importante a medida que buscas financiamiento. Y ya sea que estés aprovechando tus ahorros personales, pidiendo inversiones a amigos o familiares, haciendo financiación colectiva o solicitando un préstamo, debes detenerte a considerar las posibles ventajas y desventajas de cada enfoque.
3. Separa tus finanzas personales y comerciales. Incluso si estás comenzando como propietario único y decides no formar una entidad comercial, generalmente es una buena idea separar tus gastos comerciales y personales.
Una forma en que podrías considerar hacerlo es abrir una nueva cuenta bancaria que solo uses para transacciones relacionadas con el negocio y poner todas sus compras relacionadas con el negocio en una tarjeta de débito o crédito vinculada a esa cuenta que no uses para nada más.
Mantener tus cuentas separadas puede ahorrarte tiempo cuando presentes tu declaración de impuestos o necesites revisar tus gastos. Si incorporas tu negocio, separar tus cuentas personales y comerciales también puede ser un paso esencial para limitar tu responsabilidad personal.
4. Consulta con profesionales experimentados. Reservar tu tiempo para la investigación y el aprendizaje puede ser importante, pero pagar por la experiencia profesional ahora puede ayudarte a proteger tu negocio más adelante y generar ahorros a largo plazo.
Los abogados pueden brindar orientación sobre cómo estructurar tu negocio y asegurarse de que el papeleo legal coincida con la visión que tienes en mente. También pueden informarte sobre las leyes locales relevantes que podrían afectar tu negocio. Los contadores pueden ayudarte a determinar qué tipo de negocio (por ejemplo, una LLC versus una corporación S) tiene más sentido financiero para tu negocio y ofrece la mayor cantidad de ahorros en impuestos.
Los agentes o corredores de seguros pueden informarte sobre los diferentes tipos de seguros que puedes utilizar para limitar tu responsabilidad.
5. Seguimiento de sus ingresos y gastos. Saber de dónde viene y va tu dinero puede ser importante cuando estás tratando de decidir dónde reinvertir dentro de tu negocio y dónde puedes reducir costos.
Podrías comenzar con una hoja de cálculo simple si no tienes muchos clientes o gastos generales. A medida que crezcas, es probable que desees utilizar un software más complejo para administrar tus finanzas.
Hay una variedad de sistemas económicos de contabilidad, facturación y nómina basados en la nube a la venta que puedes usar para ayudar con las tareas administrativas. Muchos te permiten otorgar acceso limitado a un tenedor de libros o contador si deseas subcontratar parte del trabajo.
6. Comienza a construir el crédito de tu negocio. Es posible que los propietarios de nuevos negocios no se den cuenta de que existe una diferencia entre el crédito personal y el crédito comercial. Tu negocio puede tener sus propios informes y puntajes de crédito, y tú puedes usar el crédito de tu negocio para obtener financiamiento u obtener condiciones más favorables de los proveedores.
Puedes comenzar a generar crédito comercial trabajando con proveedores que informen sus pagos a las agencias de crédito comerciales (puedes preguntarles o buscar listas en línea). En algunos casos, el uso de una tarjeta de crédito empresarial también podría aumentar el crédito de tu empresa.
7. Crea un fondo de emergencia comercial. Un fondo de emergencia comercial puede ayudarte a superar una crisis personal o familiar sin preocuparse por tus finanzas. Considera crear un fondo de emergencia separado para tu negocio, que puede ofrecer beneficios similares en caso de que te enfrentes a una temporada lenta o un contratiempo inesperado.
En resumen:
Cuando te activas por tu cuenta, el dinero no siempre es lo más importante (es de esperar que hayas encontrado algo que también te guste hacer), pero quieres asegurarse de que los números sumen. Dedicar tiempo para asegurarte de que tus finanzas estén en orden y crear un plan sobre cómo hará crecer tu negocio puede ser esencial para convertirte en un empresario exitoso.
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